El día acompaña y la ruta parece
prometedora, ya que al ser dibujada no sabemos lo que nos puede deparar.
Iniciamos nuestras pedaladas
justo a la salida del pueblo de Ruente, donde tenemos un amplio aparcamiento y
podemos aprovisionarnos de un agua fresca fresca fresca.
Nos adentramos por las calles de
Ruente y pasamos por el nacimiento de la Fuentona. Un pequeño parque y el
murmullo del agua nos acompañan para empezar a coger ritmo.
Pasamos por el puente romano y
unos metros después nos desviamos para coger la pista que nos lleva al Collado
de barcenillas (602 m). Desde aquí divisamos el cercano "cueto de la
forcada" y mirando a nuestra derecha, algunos de los picos de Europa, el
Escudo de Cabuérniga, Ibio, etc.
Cresteamos hasta el pico de la
"Esprilla" y empezamos el
descenso camino de Barcenillas.
Merece la pena hacer un pequeño desvío en las cascadas de Barcenillas, aunque para eso tengamos que hacer un pequeño porteo con las bicis.
Merece la pena hacer un pequeño desvío en las cascadas de Barcenillas, aunque para eso tengamos que hacer un pequeño porteo con las bicis.
Un par de fotos y un chapuzón del
compañero y seguimos ruta.
Salimos otra vez a la pista y un
kilómetros mas abajo en lugar de bajar directamente Barcenillas, nos desviamos
al cercano pueblo de Lamiña.
Hacemos el descenso hasta
Barcenillas y ahora punto conflictivo de la ruta ya que salimos a la carretera
general por la que vamos a rodar durante un kilómetro dirección al pueblo de
Sopeña.
Justo a la entrada, hay una
pequeña cantera y en ese punto arranca la pista que nos lleva camino de Monte
Aá.
Hacemos la ascensión hasta
"Alto de pie de campo" (436 m). Un par de rampas duras (nos bajamos
de la bici para subir) y coronamos.
A partir de aquí nos quedan dos
cosas. Una ligera subida hasta el collado de monte Aá y el descenso hasta el
pueblo de Ruente.
La subida hasta la
"Collada" es muy liviana y aunque en ningún momento dejamos de dar
pedales no tenemos la impresión de que estamos subiendo.
Ya solo nos queda hacer el
descenso que va ha ser espectacular, pues hay que sumar el buen estado de la
pista con la belleza de robles, hayas y acebos que nos rodean. Pasamos por los
"Arboles Singulares" y seguimos descendiendo. Un par de puentes y sin
darnos cuenta estamos en el coche.
Ruta Preciosa a nuestro entender,
pues combina zonas abiertas con grandes vistas con pistas por arboledas y algún
pequeño sendero.